martes, 19 de junio de 2012

Serendipias 1


Alguna vez les ah pasado que no pudieron hacer algo y tienen las ganas de hacerlo y luego se olvidan, y pues luego de mucho tiempo lo recuerdan y cuando lo hacen es como que has cerrado una puertita de ti adentro que abriste una vez y nunca la pudiste cerrar. Pues bueno a mi si me ha pasado.

la primera vez que abrí una puerta fue cuando estaba como en 2do grado de secundaria, o tal vez el 1ro; una profesora, realmente ni me caía bien, nos empezó a leer una obra y pues me encanto, claro que la profesora solo creyó que había tenido éxito al ver que la estábamos escuchando, pero en mí causó un gran impacto, bueno solo por la obra, ya que ni me acuerdo su nombre o su cara o por lo menos cual era el curso que enseñaba, pero me acordaba perfectamente la historia que nos contó; lo triste fue que nunca nos termino de leer la historia, y pues aunque siempre tuve ganas de leer la obra, no sabía ni como se llamaba. Claro ustedes pensaran que yo era una niña muy tonta, porque simplemente le pude preguntar el nombre, y pues lo hice, pero perdí el nombre y pues luego pasaron cosas que ni recuerdo, el punto final es que nunca pude terminar de leer la obra y pues me la pase así, claro que sin atormentarme, seguí mi vida normal, una vida simplemente normal, hasta que en 5to de secundaria, ya en otro colegio me toco una profesora de literatura que era un encanto, era muy buena y pues enseñaba muy bien, de ella sí recuerdo su nombre, es Laura. Así que un día lo recordé y me anime a preguntarle, le conté toda la historia cuanto me acordaba a mi nueva profesora y pues ella me dijo que el nombre de la libro era “Ensayo sobre la Ceguera”, esta vez lo grave muy bien en mi mente y como la mente es traicionera, también lo apunte en un papel y como siempre se me pierden los papeles, también lo apunte en mis cuadernos, no fueron todos los cuadernos pero creo que si los apunte en varios, así que así me quede, con el nombre apuntado en un cuaderno; busque el nombre del autor en internet y pues su nombre era José Saramago; falleció en el 2010. Bueno así que ahora tenía el nombre de la obra y del autor, era todo perfecto pero como nunca fui eh sido buena para conseguir un libro y en ese tiempo no sabía cómo descargarlos de internet, seguí con eso, hasta que un día en una reunión familiar con la familia de mi papá, que por cierto poco nos visitan, vino mi tío, quien realmente creo que fue la primera vez que nos visito y eso solo luego de que sufriera un ataque cardiaco y pues fue lo que lo hizo recapacitar sobre la forma con la que se relacionaba con su familia. En fin, en esa reunión familiar la cena se estaba retrasando y como estaba algo aburrida saque una obra pequeña para leer mientras servían la comida, esta obra se llama “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach; mientras la leía, mi tío me vio y me dijo que a él también le gustaba leer, así que entretanto de hablar de libros, me acorde de mi libro aun no encontrado y me comento que él lo tenía, casi lo abrazo cuando lo escuche decir eso, pero claro que no lo hice pues no soy tan unida a él, él me dijo que mi tía me lo iba a traer y pues así fue, así que leí él libro y no paso mucho tiempo para enterarme que había una película de la obra, que por cierto es muy buena, aunque siempre es mejor la obra.

Entonces así fue como cerré una de mis puertitas internas, la segunda vez que abrí otra puertita es otra historia que la contare en otro momento.