viernes, 18 de abril de 2014

Mi calle Social

Caminamos por la calle y estamos rodeados de personas y justo delante de nosotros caminando en dirección contraría de nosotros, alguien a quien conocemos y sin embargo puedes hacer una de dos cosas, o saludarla o no, pero aun si tomamos alguna de esas dos decisiones, como por ejemplo la primera, tendríamos que decidir cuándo y cómo saludarla, si nos acercaremos más o será un abrazo o un simple hola, si será una mirada o de otra forma. y si tomamos la segunda opción tendremos que decidir como no hacerlo, veremos otro lugar para que no se de cuenta, cuando a veces sabemos que ya se dio cuenta, o voltearemos en alguna esquina para no cruzarnos. así que no es una simple decisión, porque no somos tan simples como para decidir tan simple y aunque lo hagamos rápido no dejaremos de pensar en todo eso. y no solo pensaremos en qué vamos a hacer nosotros, porque recordemos que esa personas o esas personas tienen las mismas opciones que nosotros así que pensaremos en qué decisión tomarán ellos, la primera o segunda.



Habiendo mencionado eso, les contaré que en aquellas redes sociales me siento como si estuviese en la calle, es decir, se tiene que saludar o no, porque luego de todo, todos aquellos que estamos en ella sabemos que caminamos siempre de lado opuesto de aquellos conectados y sabemos que en algún momento nos cruzaremos, y ¿qué haremos?, cruzar sin saludar o saludar y luego de todo eso, cómo lo haremos.

viernes, 28 de febrero de 2014

Final abierto


Que mal salió todo, me he dado cuenta que las cosas no se pueden planear.


Llame a  Lisa para que fuera temprano a la casa de Tina y podamos revisar las cosas antes, luego de revisarlo nos fuimos las tres a conversar con la mamá de Tima para que la deje quedarse en mi casa, y acepto a nuestras súplicas porque lo que todo estaba listo ahora. La mamá de Tima creía que ella estaba en mi casa, mi mamá, que yo estaba en la casa de Lisa y de la Lisa, que ella estaba en casa de Tina.


Nunca habíamos hecho algo parecido y la primera vez que nos imaginamos esto nos dio mucho miedo, pero teníamos que hacer algo atrevido ya que luego del colegio íbamos a viajar y nunca más nos veríamos juntas, necesitábamos un recuerdo divertido y atrevido por primera vez.

Llegamos al colegio, ahí ya nos estaba esperando Pablo quien era el hijo menos del señor que vivía en el colegio para cuidarlo, tina le dio una bolsa aunque no se lo que había dentro, pero de seguro que era algo que esperaba porque cuando la vio, se la arrancho de las manos la abrió apenas para sus ojos y mostró una gran sonrisa.

Lisa llevaba la mochila con las cosas en el hombro, la sujeto más fuerte y entramos a la sala de trofeos del colegio. Lisa bajó la mochila y saco 8 rollos de papel higiénico de color verde y una caja de zapatos que estaba casi llena de fotos, que desde el mes de setiembre nos habíamos encargado de tomar, todas con imágenes vergonzosas de los profesores. Sacamos los trofeos y los pusimos en el almacén, luego los reemplazamos por las fotos. llenamos el piso con unos papeles que se pegaban a los zapatos y regamos el papel higiénico verde por todas partes. Ya todo estaba listo para mañana, que era el día de colocar el nuevo trofeo en el colegio, profesores, padres y alumnos estaban invitados, hasta de otras escuelas.

Nos despedimos de Pablo y tomamos nuestras bicicletas que estaban en la entrada, no podíamos ir a ninguna casa seguimos manejando, después de todo eso no era lo planeado así que manejamos y tardamos 15 minutos en llegar al lugar planeado...